¿Cómo ser aceptado en una entrevista de trabajo? Tips y Consejos para superarla
La impresión que causes en el entrevistador puede superar a menudo tus cualidades. Se evalúa tu comportamiento, actitud, habilidades sociales básicas y capacidad de comunicación, además de tu experiencia y formación.
Los primeros momentos de la entrevista pueden tener un impacto decisivo en el desarrollo del resto de la entrevista. Estos son los pasos a seguir para empezar con fuerza, y algunos consejos precisos de entrevistadores sobre lo que no se debe hacer para tener una entrevista de trabajo satisfactoria.
¿Qué es una entrevista de trabajo?
En principio es necesario tener claro lo que significa una entrevista de trabajo. Se trata de una reunión que sostienen una persona que opta a un puesto de trabajo y otra persona especialmente cualificada en el área de selección de personal.
El objetivo es determinar si quien postula posee las características idóneas para ocupar la plaza.
Cómo afrontar una entrevista de trabajo y superarla con éxito
1. Recuerda que la entrevista comienza en cuanto sales de casa.
La entrevista comienza mucho antes de que te des la mano y te sientes a la mesa. Nunca sabes con quién te vas a encontrar cuando te bajas del autobús o del tren, o cuando entras en el edificio de la empresa; por lo que sabes, la persona con la que hablas podría estar en la misma fila que tú en la cafetería. Así que asegúrate de proyectar un aire de amabilidad, confianza y profesionalidad desde el principio.
Es probable que haya organizado su llegada con antelación. Date tiempo para hacer una pausa para reconfortarte y asegúrate de estar bien hidratado. Inicia una conversación con el recepcionista, apaga el teléfono y mira a tu alrededor: puede que veas algo que puedas utilizar como tema de conversación más adelante. No trates de incluir información de última hora. Quieres parecer tranquilo y organizado, no nervioso y desprevenido.
Lo que no hay que hacer:
Una vez oí a alguien fuera de nuestro edificio, fumando furiosamente y quejándose en voz alta por teléfono de la hora temprana de su reunión y preguntándose en voz alta por qué estaba allí. Cuando llegué a la siguiente entrevista, me di cuenta con desazón de que el quejumbroso era mi siguiente candidato. No es un buen comienzo...".
2. Trata a todas las personas con las que te reúnas como a tu entrevistador
Asegúrate de ser educado y amable con todas las personas que conozcas durante la entrevista. Ya sea al saludar al recepcionista, a las personas con las que toma el ascensor o al atravesar una oficina abierta hacia la sala de reuniones... Todos estos son puntos de contacto con tu futuro empleador, y los colegas suelen compartir sus impresiones sobre los visitantes después, por lo que quiere que todas las personas con las que entres en contacto te vean de la forma más positiva posible.
Lo que no hay que hacer:
Me gusta asegurarme de venir a saludar a los candidatos en persona. Una vez, un candidato pensó que yo era un asistente, me trató de forma muy informal y me pidió de forma bastante grosera que le invitara algo de beber. Se llevaron un buen susto cuando vieron que era yo quien dirigía el panel de entrevistadores. Pero lo que más me decepcionó fue la idea de que es apropiado tratar al personal de cualquier nivel de esta manera.
3. Crear una fuerte primera impresión
La primera impresión cuenta, y las señales no verbales cuentan aún más que las verbales. Así que, en esos primeros minutos, se trata de sonreír con confianza, estrechar la mano con firmeza, establecer contacto visual y, en general, dar la impresión de que estás contento de estar allí y quieres el trabajo. Incorpórate ligeramente, ensancha un poco las cejas y espera a que te inviten a sentarte. En todo lo que hagas, proyecta una actitud de energía, entusiasmo e interés.
En cuanto a la vestimenta, intente adecuar tu estilo al de la empresa con la que se van a reunir. Deberías poder hacerte una buena idea del código de vestimenta típico de la empresa a través de su página web y sus redes sociales, especialmente cualquier contenido relacionado con su cultura de trabajo, y tu reclutador también puede aconsejarte. Quieres proyectar personalidad y carisma, pero también quieres parecer que estás a la altura de las expectativas de la empresa.
Lo que no hay que hacer:
Un candidato al que entrevisté pidió un vaso de agua mientras esperaba. Estaba helado y debió de servirse justo antes de conocernos, así que mi primera impresión fue un apretón de manos muy húmedo y helado. Por eso, ¡mantén siempre tu vaso en la mano izquierda!
4. Prepárate para tener una charla
Una buena (o mala) charla puede tener importantes consecuencias. Es una forma de que las personas se relacionen y tengan afinidad, y empiecen a generar esa cualidad elusiva e intangible de la "química" que caracteriza a todas las relaciones profesionales eficaces.
Por ello, como parte de la preparación de la entrevista, es conveniente anticipar algunos de los temas que probablemente surjan, para ayudar a que la conversación fluya. La clave está en encontrar temas en los que tengas un interés común, para poder hacer y responder a preguntas creíbles.
Por ejemplo, si ves una foto de la familia de la otra persona, puedes preguntarle por ella y estar preparado para contar tu propia historia familiar. O si eres aficionado a los deportes y observas indicios de que la persona con la que hablas también lo es, puedes hacer una pregunta adecuada a la que tú también tengas una respuesta interesante ("¿Vas alguna vez a los partidos?", "¿Quién ganará la Copa este año?", etc.).
Piensa también en temas de actualidad. Por ejemplo, ¿ha sido tu posible empleador noticia recientemente? También puedes preguntar sobre el posible impacto de un acontecimiento reciente en el negocio, como la caída de los precios de las acciones o un ataque grave de malware. En cualquier caso, asegúrate de que tienes una idea interesante que presentar.
Lo que no hay que hacer:
Un candidato al que entrevisté hace poco me hizo una serie ininterrumpida de preguntas sobre mi familia, mi trabajo, mis negocios, la actualidad... todo tipo de cosas. Pero él mismo no tenía mucho que decir y no esperó mi respuesta antes de hacer la siguiente pregunta, por lo que parecía bastante ansioso y disperso.
5. Transmitir el mensaje desde el principio
A los políticos formados por los medios de comunicación se les aconseja siempre tener un máximo de tres mensajes clave que transmitir, a los que deben atenerse y repetir durante la entrevista.
Del mismo modo, es bueno tener dos o tres puntos clave sobre lo que tienes que ofrecer y lo que estás buscando - por ejemplo, "estoy preparado para el reto de gestionar un equipo", "combino la experiencia en el cumplimiento con la experiencia técnica", "a lo largo de mi carrera he desarrollado un amplio conjunto de habilidades en la transformación digital".
Estos son los tres puntos clave que quieres que tu entrevistador recuerde de ti. Así que intenta incorporarlos de forma natural siempre que puedas, incluso en los primeros minutos. También es importante tener preparada una respuesta a algunas de las preguntas más comunes que se hacen al principio de la entrevista, como "Dígame por qué quiere este trabajo" y "¿Cómo entiende lo que implica este trabajo?".
Lo que no hay que hacer:
Siempre empiezo pidiendo a la gente que me explique a qué se dedica nuestra empresa. Esta pregunta tan sencilla confunde a mucha gente. Es sorprendente la cantidad de personas que se esfuerzan por responder, quizá porque están realizando varias entrevistas seguidas y no han tenido tiempo de investigar mucho. Pero si no pareces saber mucho sobre la empresa y el motivo por el que reclutan, el entrevistador sólo puede concluir que no estás realmente interesado en el trabajo.
¿Qué hacer antes de la entrevista?
La entrevista de trabajo es un encuentro cognitivo entre una empresa y un candidato que busca empleo en esa empresa. La entrevista suele realizarse en forma de interrogatorio entre el candidato y uno o varios responsables de recursos humanos de la misma empresa.
Hoy en día, como las necesidades de las empresas son más específicas, existen diferentes tipos de entrevistas, que se diferencian de la entrevista de trabajo tradicional por ciertas características.
Ahora que ya conoces los tipos de entrevista a los que podrías acudir es necesario prepararse anticipadamente, para ello te daremos los siguientes consejos:
Obtén todos los datos importantes
Si la emoción te gana, puedes terminar obviando detalles fundamentales para acudir a tu entrevista. Al momento de ser contactado debes obtener la siguiente información:
- Nombre de quien te contacta y teléfono.
- Día, hora y dirección de la cita.
- Empresa y departamento específico al que te convocan.
- Tipo de entrevista (si es posible saberlo).
- Nombre del entrevistador.
Has una investigación previa
Conseguir toda la información que puedas acerca de la empresa, el puesto de trabajo y el entrevistador te puede ayudar a desarrollar confianza, crear mayor empatía, saber qué exactamente buscan y dar señales de que de verdad te interesa ser parte de su organización.
Has correcciones a tu currículum
Una vez que conozcas lo que busca la empresa puedes mejorar tu hoja de vida resaltando la experiencia o habilidades en las que se enfocan. También es buena idea si ha pasado un buen tiempo desde que entregaste allí tu currículum. En cualquier caso, siempre es indispensable llevarlo a tu entrevista.
Repasa tu currículum
Los nervios pueden hacer que olvides puntos a favor para ser aceptado. No improvises en tu entrevista, has una revisión previa de tu trayectoria, marca los trabajos y habilidades que quieras destacar y establece el orden de importancia.
Checa tu perfil de LinkedIn
En la era digital es común que las empresas hagan una búsqueda previa de sus candidatos en esta popular red social. Aunque puede no ser un requisito valioso, conviene contar con un perfil completo, actualizado y activo en la plataforma.
Prepara un discurso
Según el puesto al que postulas puede ser necesario elaborar un pequeño discurso de presentación. Este mensaje no debe durar más de dos minutos, debe llamar la atención, resultar convincente y destacar la especialidad, fortalezas y qué aportarías a la organización.
Practica tus respuestas
Elabora una lista de posibles preguntas y respuestas. Si puedes pídele a alguien que haga las preguntas y ensaya esas respuestas, esto te ayudará a estar tranquilo y generará confianza al momento de la entrevista.
Ensaya tus reacciones
Hay preguntas que pueden resultar comprometedoras o difíciles (temas de sexualidad, política, religión). Prepárate para no tomar una actitud defensiva, tímida o avergonzada; responde de forma sincera pero con diplomacia, ya que por lo general no tienen relevancia para tu selección pero se hacen para evaluar tus reacciones.
Lista las dudas
Si tienes dudas sobre el trabajo y la empresa es bueno listarlas por si tienes la oportunidad de aclararlas durante la entrevista. Esto también puede demostrar que tienes interés y te has preparado.
Piensa en tu atuendo
Esta parte es muy relevante, la primera impresión cuenta; así que detente a escoger lo que usarás para ese momento. Debes lucir sencillo sin dejar de transmitir una imagen profesional.
¿Qué hacer durante la entrevista?
Una vez que te hayas preparado con todos los aspectos anteriores, sigue estos consejos para el día de tu entrevista.
Sé puntual
Da una buena imagen de puntualidad y responsabilidad desde el principio. Llega al menos cinco minutos antes de la hora pautada.
Muestra actitud positiva
Al llegar demuestra una actitud positiva, sonríe, saluda con un apretón de manos y sé cordial.
Llama al entrevistador por su nombre
Tomarte el tiempo de conocer a tu entrevistador y luego llamarlo por su nombre denota interés, un factor positivo. Eso sí, nunca lo tutees a menos que él lo haga primero.
Cuida tus gestos corporales
La postura corporal habla mucho de nuestra personalidad. Al sentarte hazlo en posición erguida, indica seguridad y educación. Nunca escondas las manos o cruces los brazos, esto demuestra inseguridad; úsalos para reforzar lo que hablas pero sin exagerar. Además, mirar a los ojos al entrevistador transmitirá confianza.
Escucha sin interrumpir
Debe estar muy atento a lo que expresa el entrevistador, de esta forma sabrás qué respuestas en concreto espera recibir. Las dudas puedes dejarlas para el momento en que finalices la entrevista y ya encontrarás el momento de contar todo lo que has preparado.
Ve directo pero con calma
Es importante que mantengas un discurso fluido pero pausado. Piensa bien las respuestas para que puedas desenvolverte de forma clara, concisa y sin titubeos.
Usa un lenguaje sencillo
No uses palabras muy técnicas a menos que te pregunten algo en concreto. Lo mejor es ser completamente natural sin dejar de ser profesional. Y algo muy importante es que por ningún motivo debes criticar tus anteriores empresas ni a otros profesionales.
No uses monosílabos para contestar
El entrevistador está esperando más de ti, así que contestar con monosílabos no es una gran forma de convencerlo. Elabora respuestas concretas pero que permitan ampliar tu perfil.
No mientas
En ocasiones nos preguntarán acerca de cosas que no sabemos o no dominamos muy bien. Lo ideal es ser sincero pero demostrarse abiertos y positivos ante la posibilidad de aprender nuevas tareas, habilidades o funciones.
La educación es importante
Parece tan obvio pero es algo de lo que debes estar pendiente. Usar las frases “por favor” y “gracias”, apagar o silenciar el celular, quitarte las gafas o el gorro, son cosas que debes tomar muy en cuenta durante una entrevista.
Sigue demostrando interés
Al finalizar la entrevista, pregunta acerca de cómo sigue el proceso de selección, pide a tu entrevistador una tarjeta profesional y agradece el que te hayan llamado. Son puntos a favor para un candidato.
¿Qué hacer después de la entrevista?
Además de esperar una nueva llamada, puedes hacer una autoevaluación luego de la entrevista, te puede servir en caso de acudir a reuniones futuras.
Una autoevaluación te permitirá corregir los fallos y potenciar tus respuestas. Hacer una lista de cosas que cambiarías y cosas que fueron un éxito te ayudarán en esta tarea. Algunas preguntas que podrías hacerte son las siguientes:
- ¿Alguna pregunta fue difícil de responder?
- ¿Cómo responderías si te la volvieran a hacer ahora?
- ¿Cómo podrías presentar mejor tus habilidades la próxima vez?
¿Cómo saber que ha ido bien la entrevista?
Puede que después de la entrevista te sientas más nervioso y ansioso que al principio, ya que deseas saber si fuiste aceptado para pasar a la siguiente etapa o no. Pues aquí te damos una pequeña guía para que sepas si tu entrevista ha ido bien.
Despedida positiva
El entrevistador no puede decírtelo, pero si al final te demuestra que no quiere que busques otro trabajo, es una buena señal.
Te han dado otra entrevista
Esto sin duda es una señal clara de haber sido aceptado.
Se interesan más en tu experiencia
Si la conversación se extiende hacia indagar profundamente en tus experiencias con proyectos anteriores o en cómo resolviste algunas situaciones, puedes haber causado una gran impresión y esto es positivo.
Conversación de igual a igual
Si la entrevista se torna en una conversación entre dos profesionales, es decir, si llegan al punto de compartir experiencias o anécdotas comunes, es posible que obtengas una respuesta positiva.
Lo que jamás debes decir en una entrevista de trabajo
Existen algunas cosas que es conveniente no hacer en una entrevista si el objetivo es ser aceptado para ese puesto laboral. A continuación te lo decimos:
- En una primera entrevista no debes preguntar ni negociar el sueldo, esto transmite ansiedad.
- Aunque lo sea, no debes decir que se trata de un trabajo temporal ya que aspiras a una organización más grande.
- Existen entrevistas donde la conexión entrevistador-candidato es ineludible; no obstante, es mala idea tutearlo o hacer bromas de cualquier tipo.
- En lo posible evita pedir permiso para ir al baño en plena entrevista.
- No debes olvidar llevar tu currículum actualizado.
- Por último, evita abordar temas de la vida personal irrelevantes o tristes.
Todo lo que aquí hemos hablado es cuestión de práctica. No esperes ser aceptado la primera vez, si es el caso bien hecho, pero la verdad es que mientras más entrevistas de trabajo hagas, más confianza y tranquilidad tendrás para asumir un nuevo reto de estos. Si encuentras mucha dificultad en ello, siempre podrás optar por contratar un servicio de orientación laboral.
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